Discusión de dilemas morales. El caso del Seminario de Debates 2024 I

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Julián David Lizarazo Galeano

¿La moral es objetiva o subjetiva? ¿Se deben perdonar los errores? ¿Quién actúa bien y quién actúa mal? A diario nos encontramos situaciones que desafían o ponen en duda lo que creemos bueno o malo, dilemas morales que en la gran mayoría de ocasiones son difíciles de abordar de manera objetiva porque no son problemas que tengan una sola respuesta. La respuesta a cada dilema moral depende de la perspectiva de cada uno.

No obstante, lo ideal es que no se tome una sola perspectiva frente a cada dilema moral, sino que se vea desde todas sus aristas, pues detrás de esta acción está la posibilidad de generar competencias ciudadanas en los estudiantes. Es por esto por lo que resulta interesante generar distintos dilemas morales en entornos controlados al crear un caso problema: un contexto en el que varios personajes interactúan y que de sus interacciones surgen dilemas que ya no son tan difíciles de tratar al conocer los detalles de este y las posturas que los involucrados tienen.

El caso problema puede nutrirse de eventos nacionales, políticos, sociales, históricos, culturales, económicos, entre otros, pero deben ser diseñados para que no únicamente aquellos doctos en la temática del caso problema puedan participar. Siguiendo con la idea, el hecho de establecer claramente el propósito del caso problema es esencial para evitar que la discusión se desvíe hacia temas no relevantes, para que los estudiantes tengan interés en el juego al relacionar las circunstancias específicas del caso con las decisiones a tomar y finalmente para que el educador pueda cumplir con el objetivo educativo que se planteó en un inicio.

Tema de debate: Para que el debate sea fructífero se debe plantear el tema a través de una pregunta orientadora que dé claridad al establecer una tesis alrededor de la cual girará la discusión permitiendo así una demarcación clara del debate que facilite la labor de los debatientes al poder preparar sus argumentos y contribuir finalmente a la formación en competencias ciudadanas.

Metas de formación en Competencias Ciudadanas

Como ya se mencionaba anteriormente, se apunta específicamente a formar en competencias ciudadanas a través de:

  • Promoción de la pluralidad y valoración de las diferencias: Para reconocer la diversidad como una riqueza y valorar las perspectivas únicas de cada individuo.
  • Construcción de la convivencia y la paz: Con el fin de capacitar a los estudiantes en relaciones pacíficas y fomentar la consideración hacia los demás como seres humanos con iguales derechos y deberes.
  • Participación y responsabilidad democrática: Para fomentar la participación en la esfera política y convertir a los estudiantes en agentes constructores de sus comunidades.

Enriquecer el debate con argumentos a favor y en contra es importante para que se logre llevar a cabo el debate correctamente. En esta práctica, fundamental en la fase preparatoria del debate, se establecen reglas y roles, así como puntos de partida consensuados para garantizar un debate justo y estructurado. Algunas consideraciones importantes incluyen:

  • Claridad: Es esencial el presentar argumentos que brinden una comprensión clara de la posición defendida.
  • Fomento del debate: Formular correctamente los argumentos, sin el uso de falacias promueve un debate más constructivo y equitativo.
  • Seguimiento ordenado: La redacción de argumentos organizados y cohesionados entre sí facilita un seguimiento más ordenado del debate y de paso el desarrollo de habilidades de comunicación escrita.

Para evidenciar el desarrollo de las competencias, se pueden emplear estrategias de evaluación que incluyen:

  • Foros: En estos espacios se fomenta la formulación de ideas y argumentos frente a las diferentes posturas de un debate, permitiendo así que no se adopte una postura totalizante y que se fomente el cuestionamiento de las diferentes perspectivas del dilema. Se evalúa así la participación los estudiantes en el foro y de paso se logra que ellos preparen el material de estudio leyéndolo y analizándolo.
  • Debates competitivos: Este mecanismo permite que las dos posiciones en conflicto para cada moción se enfrenten. Se establecen así reglas para el proceso argumentativo y se busca resolver de forma creativa el reto de argumentar y refutar.  La participación de los estudiantes se da cuando pasan por diferentes roles, como estar en el equipo a favor, en contra, ser jurado o público.
  • Análisis del dilema: Se elaboran textos argumentativos que demuestran, comprueban o convencen al lector de una proposición inicial mediante el uso de razones o ejemplos expuestos de forma lógica y coherente. Se logra evidenciar la participación de los estudiantes cuando organizan y sintetizan lo aprendido colectivamente, entregando una columna para publicar en un blog.

Vamos a contar historias

Ahora, en cada caso problema presentamos tres historias entrelazadas, una por cada ronda de debate a realizar. Cada historia tiene un protagonista que se encuentra frente a un dilema moral que lo desafía, así se profundiza en las singularidades y contextos de estos protagonistas antes de entrar en materia del dilema que está enfrentando. Seguidamente, se proporcionan argumentos a favor y en contra de las decisiones cruciales que puede tomar el protagonista para generar un debate en clase. Cada juego culmina con la toma de decisiones, invitando a una reflexión profunda sobre la complejidad moral en nuestras propias vidas.

Personajes: Cada personaje se presenta con ciertos atributos propios como un nombre, edad, rol social, nivel socioeconómico y fundamentos morales específicos, que más abajo trataremos. El ejercicio busca que los participantes se identifiquen con alguno de ellos para fomentar la conexión y empatía con los personajes, promoviendo una comprensión más profunda de las diversas perspectivas del dilema. La conjunción de estas características teje una red compleja que enriquece la trama y suscita reflexiones significativas sobre la condición humana al ponernos en la posición de la otra persona. Así, estos detalles no solo añaden profundidad narrativa, sino que también invitan a cuestionar percepciones y prejuicios, fomentando así la empatía en los estudiantes.

Descripciones: La gracia del dilema moral recae también en presentar a un personaje único con aspectos básicos bien definidos como nombre, edad y ocupación, además de establecer sus valores, relaciones interpersonales, sus motivaciones más profundas y los posibles cambios que pueda experimentar a lo largo del dilema.  Se busca, de esta manera, crear un personaje complejo y lo más realista posible que permita a los participantes conectar emocionalmente con la historia y explorar sus propios valores. Es, a su vez, muy importante la cuestión de cómo los estudiantes perciben moralmente a cada personaje, es decir, si lo perciben como una buena o mala persona, eso con el interés de fomentar una comprensión más profunda de la narrativa y de sí mismos, promoviendo la empatía y el análisis crítico hacia las complejidades éticas presentadas en los dilemas.Principio del formulario

Dilemas morales: Al escribir un dilema moral deben tenerse en cuenta elementos como:

  • Especificidad de los hechos: Se deben proporcionar detalles específicos y relevantes sobre la situación presentada. Estos detalles deben ser suficientes para comprender la complejidad del dilema, pero al mismo tiempo deben evitar saturar al estudiante con información innecesaria.
  • Contraste de principios morales: El dilema debe presentar dos o más alternativas de acción que estén en conflicto y reflejen diferentes principios éticos. Esto permite que los participantes exploren una variedad de perspectivas y argumentos, enriqueciendo la discusión de este modo.
  • Personajes: Introducir un protagonista claramente definido y otros personajes secundarios añade profundidad al dilema. Estos personajes pueden representar diferentes puntos de vista, intereses o valores, lo que complica la toma de decisiones tanto para el protagonista como para los participantes.
  • Conflicto cognitivo: El dilema debe plantear una situación en la que no haya una solución clara o evidente. Debe desafiar a los participantes a reflexionar sobre sus propios valores y principios éticos, sopesando las consecuencias negativas y positivas de sus decisiones.

Redactar un dilema en primera persona puede ser altamente efectivo para involucrar emocionalmente a los participantes al permitir que se pongan en los zapatos del personaje contribuyendo así a que aumente la participación en la discusión. Presentar la historia desde la experiencia personal del personaje, con sus pensamientos internos y emociones, agrega complejidad y profundidad a la narrativa, lo que facilita una comprensión más profunda de las decisiones éticas planteadas, enriqueciendo el debate.

A Favor – En Contra: Fundamentos Morales

Resulta útil redactar argumentos a favor y en contra para el protagonista del dilema desde la perspectiva de los otros dos personajes y para esto es ideal tener en cuenta:

  • Perspectivas personificadas: Cada recomendación se convierte en algo único que da vida al debate y permite que los participantes se conecten emocionalmente con las distintas posturas.
  • Narrativa interactiva: Donde se crean conexiones a través de las recomendaciones, donde todos los personajes participan activamente en la toma de decisiones del protagonista.
  • Conexión emocional: Los participantes pueden sentir empatía hacia los personajes que presentan recomendaciones, lo que fortalece la conexión emocional con el dilema y motiva una participación más comprometida.

Por otra parte, Jonathan Haidt propone seis dimensiones morales innatas y transculturales que son compartidas por personas de diversas procedencias y afiliaciones políticas, las cuales nos interesan traer a colación:

  • Cuidado/Daño: Es la sensibilidad ante el sufrimiento y la necesidad, donde se busca fomentar la bondad y el cuidado hacia otros.
  • Equidad/Engaño: En donde se rechaza el engaño y se buscan relaciones justas basadas en la honestidad.
  • Libertad/Opresión: Destacando la necesidad de ser independientes y resistir la imposición de normas sociales.
  • Autoridad/Subversión: Sensibilización con los indicadores de jerarquía y el respeto hacia figuras de autoridad.
  • Lealtad/Traición: Nos lleva a confiar y proteger a quienes son parte de nuestro grupo, mientras rechazamos a los traidores.
  • Pureza/Degradación: Sensibilidad hacia valores y símbolos o elementos sagrados que mantienen la cohesión dentro de los grupos.

El explorar estos fundamentos en un dilema moral proporciona una comprensión más profunda de los valores en juego y facilita el análisis desde diversas perspectivas éticas al haberlas ya establecido. Igualmente, para estructurar los dilemas se dividen los fundamentos morales en dos:

  • Individuales: Cuidado/Daño, Equidad/Engaño y Libertad/Opresión.
  • Grupales: Autoridad/Subversión, Lealtad/Traición y Pureza/Degradación.

Esta diferencia conceptual puede ser útil porque nos permite tener una comprensión más profunda de los mismos, al tiempo que facilita abordar mejor el diálogo y negociación en asuntos éticos, siendo esto ideal para fomentar la empatía y alcanzar consensos éticos, elemento esencial para llegar a una decisión frente al dilema.

Los fundamentos morales de Cuidado/Daño, Equidad/Engaño y Libertad/Opresión suelen asociarse con un razonamiento más individualista y son características predominantes de la ideología de izquierda o progresista. Cuidado/Daño: Se centra en la empatía y la protección de los vulnerables. Equidad/Engaño: Se relaciona con la construcción de relaciones basadas en la honestidad y la justicia. Libertad/Opresión: Refleja la preocupación por la autonomía individual y la resistencia a las normas opresiva.

Los fundamentos morales de Autoridad/Subversión, Lealtad/Traición y Pureza/Degradación se asocian con un enfoque más socio-céntrico, donde las faltas morales se evalúan en términos de pertenencia a un grupo. Estos fundamentos suelen ser identificados con personas de ideología de derecha o conservadora, ya que enfatizan la importancia de la cohesión grupal y la preservación de las normas y valores establecidos.

Autoridad/Subversión: Valora la jerarquía y la autoridad, respetando las figuras y las instituciones que representan el orden establecido. Lealtad/Traición: Destaca la importancia de la cooperación y la lealtad a un grupo definido, como la familia, el país o el equipo deportivo. Pureza/Degradación: Se relaciona con la preservación de valores morales y culturales, buscando mantener la integridad y la sacralidad en objetos simbólicos, comportamientos y códigos culturales.

Toda historia tiene un final: Es recomendable generar varios posibles finales según la decisión que tome el personaje 1 siguiendo el consejo de alguno de los otros dos personajes. ¿Cómo puede terminar la historia? La terminación de un dilema moral puede ser de dos maneras: 1) Terminación abierta: El dilema concluye sin una decisión definitiva por parte del personaje, invitando a los participantes a discutir y analizar diferentes cursos de acción posibles. 2) Terminación cerrada: Se redactan una serie de finales que muestran las consecuencias de la decisión tomada por el personaje. Este enfoque ofrece un punto de partida más concreto para el debate y permite explorar las implicaciones éticas de una acción específica.

Debate en el aula

Podemos concluir que los dilemas morales son herramientas educativas valiosas que promueven el pensamiento crítico y el juicio moral al permitir el desarrollo por parte de los estudiantes de competencias tales como la argumentación, la consideración de perspectivas y la toma de decisiones éticas. La discusión de dilemas morales en el aula debe basarse sobre un enfoque pedagógico activo y contextualizado que reconozca la importancia de la interacción social y el aprendizaje como un proceso no solo individual sino también colectivo. Todo con el fin de desarrollar competencias ciudadanas que incluyen habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas fundamentales para la participación efectiva en la sociedad tales como la empatía para entender lo que piensa el otro, el pensamiento crítico y la comunicación efectiva.

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